Al igual que en otros ámbitos de nuestra vida, estamos expuestos a falsas creencias que, cuando descubrimos que no son ciertas, marcan un antes y un después. En lo que a mitos sobre nuestros dientes y boca se refiere, puede suponer un punto de inflexión para nuestra salud bucodental, ya que muchos de ellos pueden perjudicarla.
No podemos obviar que los remedios o tratamientos caseros también se aplican en nuestros dientes y, en su mayoría, no suponen beneficio alguno para ellos. Es común escuchar que el dolor de encías se puede calmar colocando un diente de ajo en la zona afectada, así como al realizando enjuagues con clavo y sal. Si bien estos remedios no llegan a ostentar la etiqueta de lesivos, existen otros que sí podrían serlo. Así pues, nos encontramos con la creencia de que colocar una aspirina en la zona que nos duele nos calmará. Este enunciado no solo no es verdadero, sino que podríamos sufrir quemaduras y lesiones en la mucosa de la zona.
Además de aliviar el dolor, el objetivo estrella de la mayoría de los tratamientos caseros para nuestros dientes, es el blanqueamiento dental. De este modo, se cree que el bicarbonato con limón es bueno para ello, pero nada más allá de la realidad. Su uso está contraindicado, ya que es un compuesto muy abrasivo y puede ocasionar daños en el esmalte. Lo mismo sucede con los enjuagues de agua oxigenada, que pueden desencadenar en hipersensibilidad y recesiones de encías.
Asimismo, también suenan innumerables falsas creencias y remedios caseros de dudosa efectividad sobre nuestra higiene bucodental. Así pues, mascar chicles nunca sustituirán un cepillado, aunque pueda favorecer la autolimpieza porque ayuda con la generación de saliva, al igual que los colutorios solo serán un buen complemento para nuestra rutina de higiene y nunca un sustituto. Por otro lado, debemos recordar que nuestras encías no sangran por el cepillado, sino por la aglomeración de bacterias en las mismas.
Siguiendo con la limpieza de nuestra dentadura, el instrumental también es objeto de mitos. Un cepillo de dientes no será mejor cuanto más duro sea: aunque todas las opciones son válidas si se hace de manera correcta, este tipo de instrumental puede ocasionar heridas en la encía y esmalte por su excesiva dureza.
En el lado opuesto de la balanza se encuentran los temores y miedos infundados a tratamientos dentales realizados por especialistas. Al contrario de lo que se suele pensar, las caries en dientes de leche sí hay que tratarlas ya que, a pesar de no ser las piezas definitivas, una afección sin curar o mal tratada puede traspasarse al diente final. Asimismo, es muy habitual encontrarse con usuarios que sostienen que las limpiezas dentales son dañinas. Más allá de las molestias puntuales que podamos notar durante el proceso, es uno de los tratamientos esenciales para mantener una salud oral de hierro.
En definitiva, nuestra primera opción debe ser siempre acudir a un especialista y no confiar nuestra salud bucodental a falsas creencias y tratamientos caseros de los que desconocemos su verdadera efectividad.